viernes, 15 de enero de 2016

De cómo ha ido el menú de la semana desde el 08/01/2016


Esta semana la cosa ha ido de bombas atómicas, y eso que no soy muy belicoso en los juegos, pero la hemos liado parda. 
Los juegos de esta semana han sido Civilization, Súper Rhino, Five Tribes e Innovation. Procedo con los comentarios.
Para empezar, si disfrutaste al principio de la época de los 90 con el juego Civilization para PC, este juego de mesa te encantará. Realmente dicen que primero fue el juego de tablero, basado en el cual, después hicieron el de ordenador, que posteriormente inspiró a este Sid Meier's Civilization.


Independientemente de qué fue antes, si el huevo o la gallina, se han hecho muchas versiones posteriores, a muchas de las cuales ya no le seguí la pista.
Si como yo pasabas, no horas, sino días jugando a esto, entenderás que condensar eso en un juego de mesa es imposible... pues estás equivocado. No cuento mucho más por si al final me animo a hacer reseña en el blog, pero el juego de mesa genera exactamente las mismas impresiones aunque condensado en una tarde. 
Así lo comprobamos Falconete, su hermano y yo, que echamos una partida a 3, jugando con americanos, chinos y rusos respectivamente.
El tablero se queda muy pequeño enseguida por norma general, pero en nuestro caso ese efecto se acentuó con el hecho de que nos tocó mucho espacio de agua, donde no puedes construir ciudades.
De hecho, cada uno puede construir un máximo de 3 ciudades, pero en el tablero sólo había espacio para 8 urbes, así que alguno tenía que pringar.
El juego se desarrolló de tal manera que tanto Falconete como su hermano consiguieron construir sus 3 ciudades, habiéndolo hecho el último en todas mis narices, con mis colonos listos para fundar mi Leningrado particular... así que no me quedó más remedio que desarrollar la bomba atómica, y, sintiéndolo mucho, borrar del mapa Shanghai. Ya digo que no somos belicosos por norma general, y menos en este juego, pero a ver cómo le explicas a 200.000 rusos asentados a las puertas de la ciudad china que tienen que volverse para atrás.
Finalmente la victoria fue mía, en este caso victoria tecnológica.

Shanghai con su bomba atómica recién caída y mi frente ruso a las puertas...
Un minuto de silencio por las víctimas.


















Para soltar tensión, no se nos ocurrió nada mejor que, sobre las cenizas de la ciudad, volver a levantar un edificio con la ayuda de Súper Rhino, ahora ya contando con La Santa.
Juego infantil, pero que si estas en Twitter terminas sucumbiendo al hype. Estupendo para echar unas risas después de una jornada planificando tu civilización y echando humo por las orejas.
Especial mención a lo bonito que es el juego, tanto las cartas de juego, como las que funcionan de muros de carga en el edificio.


Ya en la Champion League de los Culo-duros, en esta ocasión fuimos cuatro, y nos echamos un Five Tribes, un juego que últimamente no está teniendo buena prensa en las redes sociales y que a mi me parece de los más original del año pasado.
Es cierto que es un juego que si lo juegas pensando mucho las jugadas, se puede hacer eterno, por lo que yo suelo ser bastante impulsivo con él por el bien de todos. 
En la Champion League de los Culo-duros también optaron por esta filosofía, y en general todo fue bastante fluido.
Tzencho trató de hacer una estrategia un poco peculiar, olvidándose de todo lo que daba puntos y centrándose en conseguir muchos, muchísimos genios. Tuvo la suerte de que uno de los primeros que obtuvo permitía invocar a más sin necesidad de caer en espacios sagrados, por lo que hizo una barbaridad de puntos, pero en cambio, no colocó ni uno de sus camellos en la partida. El resultado final fue que el que menos le dobló en puntos, lo cual demuestra que en este juego hay que ir a todo.

Con tanta concentración olvidé sacar fotos de las partidas allí. Menos mal que nuestra nueva incorporación en las partidas semanales sí que estuvo más atenta. Le tomo prestadas sus fotos.

Después de esto, nos quedaba una hora libre, y Wailan propuso un juego que se ajustaba perfectamante a ese corto espacio de tiempo, el Innovation.
Yo aún no lo había probado, y le tenía ganas después de los comentarios, y mi conclusión es que es el juego más caótico que he visto en mi vida.
En el juego tienes que formar tu civilización a partir de cartas de desarrollo que te permiten mediante dogmas cooperativos y dogmas de superioridad ir ganando influencia para así hacerte con las dominaciones necesarias para ganar el juego.
Después de más de dos horas de partida (¡¡Dos horas!! ¿Quién dijo que era un juego rápido?), no me había salido ni una carta buena y mi civilización contaba con poquísimos desarrollos, cero influencia y cero dogmas. Era ver los tableros de mis compañeros y caérseme dos lagrimones, posiblemente el mayor ridículo que había hecho hasta la fecha en la Champion League... pero en los 3 o 4 últimos turnos conseguí pillar un par de cartas buenas, que me permitió darle la vuelta a la partida de manera escandalosa. Del pozo en el que estaba me aupé a la cima de las civilizaciones, y aunque Wailan tiró un par de bombas atómicas (otra vez las bombas atómicas por aquí), no hubo nada que hacer y cerré la partida a las dos horas y media. 
Si juegas a este juego con intención de controlar, no te gustará nada, pero si lo haces como quien se enfrenta a un filler donde no sabes lo que puede pasar... es un juego divertido por ese caos.

Tampoco es mía esta foto. ¡Ojalá hubiera tenido yo el tablero tan desarrollado durante mi partida!

Pues aquí dejo la semana. 
Hasta la próxima y gracias por leer.


No hay comentarios:

Publicar un comentario