viernes, 18 de diciembre de 2015

De cómo ha ido el menú de la semana desde el 11/12/15

¿Listos para encarar la nueva semana? 
Lo que iba a ser una semana difícil de organizar por problemas de agenda, al final se ha convertido en una semana bastante lúdica. Juegos estrenados y partidas a clásicos. ¿Vemos cómo ha ido?
El primer estreno ha sido Zombicide. Un juego con un escenario modular, donde se colocan las losetas en función de la aventura que vayas a jugar. 
Nuestra aventura consistió en encontrar 3 objetos de provisiones y activar cinco localizaciones saliendo por patas. Todo iba bien hasta que salió la abominación, momento en el cual decidimos que yo, con mis dos pistolitas lo iba a entretener mientras que la Santa huía con las provisiones hasta la zona donde la esperaban la Doctora Esponja y Falconete.
Yo duré bien poco, pero es que esta gente tampoco supo agradecerme mi sacrificio y también cayeron ante una horda de zombies. 
Juego que te mete mucho en el papel y palpas el agobio de cómo se acercan los caminantes para devorarte. 


A continuación le tocó el turno al Five Tribes, un juego que le seguía la pista desde que salió, y que terminé por animarme tras recomendármelo algunos compañeros en Twitter.
El juego de Bruno Cathala, inspirado en el juego del mancala (del árabe que significa "para mover"), consiste en una serie de meeple que se colocan al azar en una tablero modular y que se mueven a losetas adyacentes cumpliendo una serie de reglas. Lo podíamos denominar como un juego de DEScolocación de trabajadores. 
En función de dónde caiga el último meeple, se realiza una acción u otra y se va verificando el control de las losetas.
Realmente el juego de mesa más original que he visto hasta la fecha.
Lo jugamos entre los mismos 4 y la doctora esponja nos pegó esta paliza habiendo aprendido a jugar sobre la marcha con la hoja de ayuda.

157, 113 (corrección), 94 y 100. Así se las gasta la doctora.

El último estreno de la semana ha venido con el Colonos del Imperio. Personalmente me encantan los juegos de civilizaciones y de combos de cartas, y en este tenemos de ambas. Con una mano de cartas inicial y unos recursos, vamos construyendo nuestra civilización turno a turno. 
La gracia está en que tenemos un número muy corto de turnos (sólo cinco, por lo que hay que volar) y que los recursos que no uses en un turno los pierdes y vuelves a empezar, por lo que hay que medir mucho cómo usar las cartas y sobre todo como combarlas para darle mas rendimiento, ya que todas las cartas son buenas, pero algunas muestran mejores sinergias.
He jugado en solitario, con la Santa a dos y con Falconete a dos, y aunque tiene poca interacción, me gusta más a dos que en solitario. 
Eso sí, de las cuatro civilizaciones que vienen, la de los japoneses no le cojo la medida.


Hasta aquí los estrenos, pero no las partidas.
También hemos jugado a Agrícola, un autentico juegazo por el que no pasan los años. Colocación de trabajadores en el que las acciones de colocación van apareciendo a medida que avanzamos en el juego. Tenemos que gestionar una granja sembrando y criando animales, sin olvidarnos de alimentar a nuestra familia y proporcionarles un buen hogar.
Lo jugamos Falconete y yo, y nos despachamos una partida en menos de una hora, incluyendo cartas de oficios y adquisiciones menores. 



Aprovechando que había sacado el 1911 Amundsen vs Scott para reseñarlo recientemente por la conmemoración de acontecimiento histórico, dejé el juego a mano porque Falconete y yo decidimos echarnos una partida con todas las expansiones en juego. Yo llevaba a Amunndsen y él al inglés, y la historia se cambió radicalmente, siendo Scott el primero en llegar al polo sur, seguido muy de cerca por el noruego, quedando aún lo peor, el regreso a casa en 1912. En esta expansión hay que regresar al barco, pero aunque nos conocemos el camino y se nos puede hacer más corto por ello, realmente se nota el cansancio, y avanzar nos cuesta el doble. Finalmente Scott llegó a su barco tan sólo una jornada antes que Amundsen, pero por lo menos en esta ocasión nadie murió en el intento.



Y el último de la semana ha sido este Ars Universalis, el cual también tenéis reseñado en el blog.
Falconete, La Santa y yo, nos convertimos en mecenas para promocionar a nuestros artistas. Para ello elegimos a nuestros afortunados en una fase de pujas inicial, posteriormente los proveemos de materiales, y finalmente exponemos sus obras en la fase de resolución de proyectos, la cual hay que gestionar bien para optimizar el número de cartas que empleamos. Me encantan los juegos de resolución de puzzles. 
En esta ocasión La Santa se convirtió en la nueva Peggy Guggenheim lúdica, y se alzó con la victoria.



Y hasta aquí la semana. Os espero en la próxima entrada.

2 comentarios:

  1. La foto del principio del post es muy épica!! buenisima.
    Yo sigo con mi boicot al IS, en el Deus encontré el sustituto perfecto, mucho mejor juego en mi opinión.
    Saludos

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    1. La foto es muy buena, es cierto... da una idea de cómo me vi en la partida.
      Yo el Deus también lo tenía en la wishlist, pero al final me tiré por el IS. Tendré que probar el otro también.
      Gracias por pasarte!

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