miércoles, 22 de julio de 2015

De cómo se construye una ciudad medieval





Competencias que desarrolla
o Visión espacial.
o Pensamiento abstracto.
o Interacción con el mundo físico.
o Competencia matemática
o Competencia artística
o Las propias de los juegos de mesa

¿Por qué es tan diferente el trazado del barrio gótico de Barcelona y el Ensanche planificado por Cerdá? ¿Por qué Ciudad Lineal en Madrid no tiene nada que ver con el centro histórico de Sevilla?
La respuesta la podemos encontrar en este juego, Catedral (o Cathedral), un juego abstracto donde construimos una ciudad medieval intentando bloquear a nuestro oponente para poder meter nuestras piezas más tochas.



Catedral es un juego para dos jugadores, donde cada uno recibe un set de piezas de su color que representan edificios medievales, cada uno con una forma y un tamaño diferente (tipo Tetris). Así tenemos la taberna, el establo, la posada, el puente, el palacio, la plaza, la abadía, el hospital, el castillo, la torre y la universidad.
Además de estas, existe una pieza neutra, la Catedral, de color blanco, que es la primera pieza que se coloca en el tablero, un recinto amurallado a modo de burgo.




Por turnos se colocan los edificios, encajándose en el tablero y pretendiendo con ello que tu oponente no pueda colocar los suyos.
Además de esto, de manera estratégica, puedes cercar con tus edificios y/o apoyándote en la muralla perimetral, una zona. Si consigues cerrarla del todo, esa zona es tuya, y el otro jugador no puede colocar ahí sus edificios, quedándole menos espacio en el resto del tablero. Si además de esto, tu oponente tenía un edificio en la zona cercada (exclusivamente uno), se quita del tablero y se le devuelve... 

El jugador rojo acaba de perder su universidad al haber sido completamente cercada por el jugador gris. Se le devuelve y tendrá que intentar colocarla otra vez donde pueda en su turno.

Una vez que no se pueden colocar más piezas por parte de ninguno de los dos jugadores, se cuentan el número de cuadros que estos edificios sobrantes hubieran ocupado. El que tenga menos cuadros sin colocar gana la partida.

La transversalidad del juego es más que evidente. Sin ir más lejos, y tal y como empezaba este post, es una muy buena manera de explicar la planificación urbanística a lo largo de la historia, o como se distribuyen los estamentos sociales en un burgo. Asignaturas como plástica, historia, dibujo técnico, sociales o tecnología pueden interaccionar con este juego.





LO MEJOR: 
Un juego muy sencillo de explicar y fácil de sacar en clase para alumnos que hayan terminado la tarea mientras esperan al resto de compañeros, ya que su set-up es inmediato y se puede trasportar con facilidad para terminar la partida en otro momento.
LO PEOR: 
Es un juego que en relación calidad/precio por el detalle de los edificios merece mucho la pena, pero no deja de ser un precio alto para poder comprar varios en una clase.
Además de eso, hablo del detalle de la edición que yo tengo, la de Matel, porque he visto ediciones más modernas bastante más feas.


Por todo esto lo voy a valorar como un buen juego para usar en el aula, y sobre todo en tiempos muertos de alumnos que terminen la tarea, y para desarrollar las competencias en dibujo, puntuándolo con 4 sobre 4 (estando el último punto reservado a juegos con especial interés para las competencias básicas relacionadas con el dibujo).






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