viernes, 11 de diciembre de 2015

De cómo ha ido el menú en la semana desde el 4/12/15

De la exposición Plasthistoria. Muy recomendable para visitar y aprender de historia de manera amena.

Ésta va a ser la primera entrada con las partidas semanales, desde el viernes 4 hasta este viernes. El menú lúdico ha sido variado, pero podemos destacar los siguientes juegos. Si no conoces mi grupo de juego, no olvides visitar su descripción aquí.

Empezamos el viernes con un San Juan a tres con Falconete, La Doctora Esponja y yo. San Juan es un juego de cartas sencillo, donde nos ponemos en la piel de un colonizador que va a la conquista de fortuna en América, y recala en la capital de Puerto Rico. Y esto es así, porque San Juan es el hermano pequeño y una buena puerta de entrada para el famoso Top 10 del mismo autor, el Puerto Rico. 
En el juego, tenemos que hacer plantaciones, construir edificios y mercadear con la producción. Las cartas se usan tanto para representar los edificios, como moneda o como mercancía, por lo que hay que hacer siempre una buena gestión de la mano.
Para ello existen 5 personajes que se van eligiendo y dan un beneficio a la persona que los escoja.
Poco más fue la explicación que le dimos a la Doctora Esponja, recién saliente de guardia 24 horas y con un sueño que no se tenía en pie. Prueba de ello es que en su primera jugada eligió al mercader, posiblemente el único personaje que no tiene sentido tomar en el primer turno... pensé que tenía que mejorar mi manera de explicar los juegos o que quizás la había sobrevalorado en su capacidad de absorber reglas... 3 minutos después tenía una plantación de media mesa y montones de edificios de apoyo. Ganó la partida. 
Juego de combos muy divertido.


A continuación sacamos un New York 1901 también entre los tres. La reseña la tenéis en el blog (además de bastante material en relación a los edificios y la promo card, la cual está ahora en un concurso en el que debéis participar).
El juego tiene una mecánica muy sencilla, se compran parcelas y/o se construye, o bien se demuelen edificios existentes y se construye. Pero detrás de esta aparente sencillez, hay que estudiar bien dónde comprar parcelas y cómo construir para sacarle rendimiento.
Prueba de ello es que fui toda la partida en última posición, con un Falconete muy destacado en cabeza, pero cuando se acercaba el final, conseguí construir el Flatiron y demoler unos cuantos edificios y adelantar a estos dos proclamándome el mejor magnate inmobiliario de la gran manzana.
Genial para mejorar la visión espacial y el pensamiento abstracto.


También ha salido a mesa el Dixit, a 4, que aunque no es su mejor número, sí que es el mínimo aceptable. 
La mecánica es muy simple, el jugador en turno elige una historia, frase, sonido, canción o lo que quiera decir, y pone en la mesa una carta boca abajo. El resto de jugadores también elige una de sus cartas según lo que le evoque lo que haya dicho el cuenta cuentos, y luego se vota la más acertada. Hay un sistema de puntuación en función de los votos y listo. El que llegue antes a 30 puntos gana.
El trío de antes y la Santa jugamos un par de partidas, y de mano de la Santa se produzco la que es la mejor frase de la historia del Dixit, pero así sin exagerar, ¿eh?, que yo creo que Morapiaf (distribuidora del juego en España) ya ha contactado con ella para hacer la novena expansión.
¿Qué cual fue?, pues a ver qué carta diríais vosotros entre estas con la frase: "Bejar, Salamanca"
Precioso el juego y muy bueno para desarrollar la imaginación.

"Bejar, Salamanca" ¿Cuál diríais que es?

Ya en la Champion League de los culo-duros, hubo un par de partidas. La primera al Euphoria. Un juego de colocación de trabajadores que una vez sabes jugar tiene pinta de ser bastante ágil, pero así de entrada que me soltaron ante él, estaba más perdido que un pulpo en un garaje.
Temáticamente, vivimos en una distopía y queremos ser parte de los peces gordos explotadores del sistema (¿dónde habré escrito yo algo parecido últimamente?). Para ello disponemos de una serie de dados que serán nuestros trabajadores, y que mandaremos a trabajar para que nosotros podamos aumentar nuestra influencia en las altas esferas, pero ojo, si estos trabajadores asumen mucho conocimiento, se darán cuenta del pastel y nos abandonarán (ésta es la parte push your luck).
En tu turno tienes solo dos acciones, poner dados o quitar dados, por lo que termina siendo muy rápido, pero de entrada abruman tantos sitios donde poder enviar a tus explotados. De hecho el tablero en su reverso tiene una versión en escala de grises para no aturullar al novato, pero ya se sabe que Wailen y Tzencho no suelen tener compasión conmigo.
Me gustaría volver a jugarlo ahora que sé de qué va el tema.


Y por último, se ve que entre las elecciones y el fin de año, la cosa está ambientada, y si acabamos de jugar a un juego de explotación y peces gordos que nos mandungonean, ahora le tocaba el turno a Vintage, un juego en donde nos convertimos en viticultores en Oporto. ¡A darle a la uva!
El juego es también sencillo, de colocación de trabajadores, pero ciertamente, aunque en los eurogames los temas están muy pegados, aquí sí salías con una idea de cómo es el proceso de fabricación del vino de Oporto (también gracias a la explicación temática de Tzencho).
Colocamos nuestros trabajadores y nuestro capataz para comprar nuevas parcelas, cosechar aguardiente o vino, transportar los barriles o envejecerlos y venderlos.
Sí que es cierto que hay bastante azar en el juego, pero por el tema cuela perfectamente porque depende del año puedes tener mejores o peores cosechas. 
Por otra parte, hay un mercado de cartas que son bastante determinantes, por lo que ese punto de suerte también se deja ver aquí.
Aún así la planificación es determinante, y en esta ocasión terminé segundo. ¿Será que debería haberme dedicado al vino?... como dicen los portugueses "tem que ser".
Si te gusta el mundillo del vino, puede ser divertido y educativo.


Hasta la semana que viene.

2 comentarios:

  1. Curiosa la forma que tenéis de colocar las cartas en el San Juan, producción a un lado, edificios violetas al otro. Es un pequeño gran juego, que a 3 va genial. A ese número tiene suficiente azar y control como para poder desarrollar estrategias. Muy recomendable.

    Tengo que probar ese Vintage, a ver si está a la altura del Viticulture y cerca del Vinhos.

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    1. En el San Juan incluso ordenamos los edificios violetas por la fase del personaje con el que entra en juego, para que no se te pase ningún combo.
      El Vintage tengo entendido que es más fácil que el Viticulture, pero este último no lo he jugado aún.

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