miércoles, 2 de diciembre de 2015

De cómo lo abstracto puede salir caro (Reseña TRAX)

"Nuevo" dice...


Trax es un juego de 1980 (ya ha llovido), que trajo a España Founier, los cuales son conocidos por no salirse mucho de las barajas y juegos de cartas, y por lo visto les costó bastante traerlo, así que algo verían en él cuando decidieron lanzarse a esa aventura. ¿Qué pudo ser?

Este juego fue de los primeros en mi colección, y hablo de cuando Klaus Teuber aún se peinaba con flequillo y no había inventado aún el Colonos de Catán.
Trax es un juego tremendamente abstracto, sin disimulo. 64 piezas de baquelita reversibles en el que una cara cuenta con dos líneas rectas que se cruzan en ángulo recto, una blanca y la otra negra, y otra cara por la que dichas líneas son curvas y unen lados contiguos.


El juego es para dos jugadores y se juega colocando piezas sobre la mesa hasta un máximo de cuadricula de 8x8. Se alternan los turnos colocando una pieza cada uno. Cada uno elige un color (blanco o negro). El objeto del juego es hacer un circuito cerrado, o bien unir un lado con el otro de la cuadricula de 8x8 de manera continua. El primero en conseguirlo gana la partida.



En ocasiones, por la manera de disponer las piezas, puede darse el caso de que sólo haya una pieza posible a colocar en algunas zonas. En ese caso, el jugador en turno está obligado a colocarla además de su propia pieza.

Y esto es todo... así de simple. Como veis es un juego en el que cada jugador tiene pocas opciones de colocar piezas ya que todas son iguales y cuentan con dos caras diferentes, por lo que desarrollar una estrategia es más buscando el despiste del otro que por méritos propios.
Lo que sí que es cierto, es que es una buena herramienta para desarrollar visión espacial y pensamiento abstracto, pero su estética no muy agraciada y sus escasas posibilidades lo hacen excesivamente monótono y repetitivo. Por lo que echar más de un par de partidas se antoja un poco aburrido, más aún cuando queremos usarlo en una clase o con niños, acostumbrados hoy en día a otro tipo de estéticas.


Competencias que desarrolla 
  •  Visión espacial.
  •  Pensamiento abstracto.
  •  Las propias de los juegos de mesa


LO MEJOR: 
Sencillo de explicar y jugar, por lo que es muy asequible para niños.
Fácil de disponer el Set Up. 
Sirve para desarrollar visión espacial y pensamiento abstracto.

LO PEOR: 
Da pereza jugar más de una o dos partidas por lo abstracto y las pocas opciones que tiene. 
La estética tampoco acompaña mucho.
Si aún así te ha gustado, creo que es difícil de encontrar hoy en día. Más para coleccionistas que para otra cosa.


Por todo esto lo voy a valorar como un juego bueno si necesitas abrir y jugar, sin casi explicar, pero no de las mejores opciones en una ludoteca educativa. Así pues le asigno 1 sobre 4 (estando el último punto reservado a juegos con especial interés para las competencias básicas relacionadas con el dibujo).



P.D.- Eso sí, hasta un gato puede jugar sin problemas.

Foto tomada de la BBG (@Dizzy2D)

Edito: Respuesta Troll por Twitter de Michael, de Cuarto de Juegos, a lo de "creo que es difícil de encontrar hoy en día" 3 segundos después de publicar esta entrada.









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