Día 5 de la semana 15.
Perdidos en algún lugar del Pacífico.
Sin rastros de civilización.
Sin esperanza.
Escribo estas líneas desde lo alto del promontorio situado en el corazón de la isla. Mis compañeros y yo llegamos a este infierno paradisíaco hace ya muchas jornadas, y nos encontramos totalmente extasiados y agotados.